Enfermedades
En los últimos años han sido cuantiosas las publicaciones que han puesto el foco en un aspecto que marcó, y de qué manera, la trayectoria vital de santa Teresa: la enfermedad. Especialistas de distintos ámbitos médicos, otros literatos e historiadores han hablado abundantemente a cerca de las enfermedades de la Santa andariega. Para unos se trata de las “misteriosas enfermedades” de Teresa, para otros de una enfermedad crónica. Muchos han hecho un poderoso esfuerzo en aplicar a Teresa enfermedades como el Paludismo o las fiebres de malta, y hay alguno que ha intentado explicar sus gracias místicas como un efecto originado por un “claro” diagnóstico de epilepsia.
No cabe duda de que se trata de un tema recurrente y hasta emocionante el hecho de intentar desenmascarar y diagnosticar una enfermedad sirviéndonos de los escritos que la propia Santa nos ha dejado. Más si cabe cuando somos conscientes que la salud y la enfermedad son las dos caras de una misma moneda que nos acompaña siempre y que condiciona muchos aspectos de nuestra vida.
Este primer número del año de la revista “Teresa de Jesús” quiere volver su mirada al tema de la salud en la Santa. Sus enfermedades, su preocupación por la salud en sus conventos y de sus hijas, los remedios y la medicina de su época. Teresa de Jesús fue una mujer con enfermedades, como ella misma relata, pero a pesar de ellas podemos decir que santa Teresa fue sobre todo una persona sana, madura espiritual y personalmente, con una profunda vida virtuosa que difícilmente se puede explicar como efecto secundario de ninguna enfermedad.
David Jiménez Herrero, ocd
Enero-Febrero 2019